Con ocasión del quinto aniversario de la sala de conciertos Elbphilharmonie de Hamburgo, el Studio Drift realiza su exhibición más importante hasta la fecha en Alemania, en el Museum für Kunst und Gewerbe Hamburg (MK&G).
Drift, fundado por los artistas holandeses Lonneke Gordijn y Ralph Nauta, ilumina con sus proyectos los paralelismos entre las estructuras naturales y las humanas mediante procesos deconstructivos, interactivos e innovadores. La exposición, que se extenderá hasta el 8 de mayo, lleva por título Moments of Connection, un nombre que augura el vínculo especial que se establece entre el espectador y las tres piezas presentadas.
Hechizarse en el vaivén: Shylights
La primera de las obras que se encuentran es Shylights. Seis de estas maravillosas piezas se instalan en el techo y crean una coreografía mágica al caer y desplegarse cada una de ellas a ritmos distintos, para luego recogerse de nuevo en su sutil red. Creadas con seda blanca que envuelve la luz, cuentan con unas formas que pueden resonar a criaturas marinas, a nubes que se desplazan por el cielo o a grandes dalias mientras danzan al ritmo tintineante de una pieza de Philip Glass.
El equilibrio entre la sencillez y la programación consiguen dejar al espectador hechizado. Contemplar el vaivén de Shylights es expandir nuestra conciencia hacia otras formas de vida más allá de la nuestra. Las piezas laten y recuerdan que todo lo natural, también lo humano, se basa en metamorfosear y adaptarse al entorno.
Más allá de lo posible: In 20 Steps
In 20 Steps se inspira en el deseo de la humanidad de volar. Como afirma Gordijn en Coded Nature, «esta pieza nace de las preguntas sobre cómo la humanidad maneja el sueño de volar, cómo lo conseguimos». Estas cuestiones se plasman en In 20 Steps, que son la manera abstracta de decir esto es volar, la interpretación humana de la acción.
La pieza se conforma por una estructura translúcida de 20 tubos de vidrio colocados por pares que consiguen un movimiento ondulante, activado por pesos que se deslizan, sincronizados mediante su programación.
El movimiento recuerda todo aquello que fluye en la naturaleza. El balanceo se convierte en algo mágico por la fragilidad y el brillo de la luz que se refleja inundando el entorno. Contemplar esta oscilación que propone In 20 Steps es dejarse llevar en ese posible ingrávido que es volar y que acerca quizá a la sensación de libertad.
Delicadeza poética: Fragile Future III
Conectar naturaleza y tecnología para proponer un equilibrio es lo que desprende la última pieza que recoge esta exposición: Fragile Future III. Formada a partir de circuitos eléctricos tridimensionales de cobre, dentro de los que se conectan dientes de león que se recogen cada año y a los que se incorpora un LED en el centro, crean una escultura que puede crecer de forma perpetua.
La delicadeza y fragilidad de los dientes de león se combina con los circuitos eléctricos, creando un todo poético que transmite delicadeza. De forma sutil y emocional, Fragile Future III nos invita a pensar si los rápidos desarrollos tecnológicos de nuestro tiempo están realmente más avanzados que la evolución de la naturaleza. Pasear entre estas esculturas nos recuerda la inmensa capacidad de transformación y de belleza del mundo natural.
Apreciar la belleza, meditar sobre el futuro
Ciertamente, Moments of Connection ofrece un lugar desde donde se puede admirar la múltiple belleza de la naturaleza no sin antes hacer énfasis en que la luz y la mutabilidad son las bases de todas las formas de vida.
Mediante la combinación de naturaleza y tecnología en cada propuesta se crean obras que despiertan la emoción de los espectadores pero también la reflexión de las relaciones que se establecerán en un futuro entre humanidad y mundo natural, o en un más allá que aún no hemos imaginado.
Fotografía: Henning Rogge
No os perdáis este video de Lonneke Gordijn con sus explicaciones sobre cada una de las tres obras.
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