Poesia y sugestión en «En clave de luz»

08/10/2013

En el marco de la X Semana de la Arquitectura de Madrid, el Centro Cultural Conde Duque de Madrid ha acogido la exposición «En clave de luz», formada por ocho instalaciones artísticas que muestran la importancia de la luz como vehículo artístico.

Mágicas y sugestivas, las instalaciones se transforman en poéticas esculturas para generar emociones únicas, en un espacio intimo y perfecto como son las antiguas caballerizas del centro.

La exposición organizada por la Asociación Profesional de Diseñadores de Iluminación APDI ha contado con el patrocinio de las firmas Artemide, Delta Light, Erco, Flos, iGuzzini, Insta, Lamp, Lutron, Luxmate, Osram, Philips, Rosco, Trilux y Troll.

«El Comienzo es Blanco» de LEUKós

La creatividad se inicia siempre en un espacio personal o momento que se comporta como una página en blanco. «En nuestro caso la propuesta consiste en representar el espacio como un gran pasillo, dispuesto longitudinalmente, en el que la luz blanca se encuetra contenida» nos explican Laura Serrano, Claudia Díaz y Berta Pérez, las tres componentes de LEUKós.

«Luz Mágica» de Arjen Van der Cruijsen

Una luz de neón de color verde brillante, colgando en el centro del espacio a partir de alambres invisibles, crea un ambiente extraño y mágico. Dependiendo del enfoque del visitante, el objeto parece ser 2D o 3D.

«Des (cuartel) Izar» de Helena García de la Banda y Gabriela Bachiller

Este proyecto busca deshacer la claridad geométrica de las caballerizas, creando una multiplicidad sensorial e invitando al espectador a un espacio descuartizado, es decir, segmentado. Telas verticales, sobre las que se proyectan secuencias de diferentes imágenes en movimiento, introducen al espectador en un ambiente de descontrol, lleno de belleza y estímulos sensoriales.

«Kaleidoscope Light» de Julia Lapeña

Kaleidoscopios que cuelgan del techo con pequeños diodos led blancos y de colores en su interior invita al visitante a mirar a través de su agujero para  poder observar el juego de sugerentes formas y colores que se forma al girar y jugar con él.

«Oita» de Marisa Mariscal

Oita se inspira en el festival realizado en la ciudad japonesa de Oita, en la cual se utilizan miles de troncos de bambús iluminados. Pero el uso de estos troncos está suponiendo la desaparición de los bosques. La instalación pretende hace apología de la disminución de estos, de ahí el decrecimiento, hasta la destrucción, de los trozos esparcidos por el suelo.

«Trampa de Luciérnagas» de Travesías de Luz

¿Quién no ha querido alguna vez rodearse de estos pequeños «bichos de luz»? Las luciérnagas, como uno de los muchos organismos vivos de la naturaleza están dotados de esa «mágica» capacidad de producir luz. Una maraña de hilo permitía introducir a los visitantes en un mundo de bioluminiscencia.

«Contempla» de Néstor Díez

La repetición de un elemento constructivo como es el arco a lo largo de un pasillo, refuerza la visualización de la perspectiva. «Contempla» crea una repetición de marcos lumínicos suspendidos en el aire bajo los arcos, en distintos tamaños de manera progresiva permitiendo que siendo visto desde los extremos del pasillo, en el lugar adecuado la sensación de perspectiva se rompe dejando la escultura plana. Con un simple desplazamiento del observador el elemento plano cambia por uno de volumétrica y perspectiva.

«400 Caballos» de Stephanie Christofi»

Esta instalación lumínica trasladaba a los visitantes al pasado, cuando en el Cuartel de Conde Duque vivían los caballos junto con los seres humanos. 400 caballos invisibles a tamaño natural trotaron por los pasillos, al tiempo que se escuchaba el ruido de sus herraduras al chocar contra el suelo.

Fotografías de Alvaro Valdecantos, Lara Elbaz y Esther Torelló.

Más información: www.a-pdi.org

 

 

 

 

 

 

 

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