Con su monumental fachada de hormigón de 42 metros de altura, el antiguo búnker antiaéreo de la Segunda Guerra Mundial marca el paisaje urbano en Hamburgo-Wilhelmsburg. Sometido a una ambiciosa rehabilitación en el marco de la Exposición Internacional de la Construcción (IBA), funciona como central de energía regenerativa para abastecer de calor y electricidad al barrio circundante.
Abastece aproximadamente a 800 viviendas a partir de una combinación de energía fotovoltaica y energía solar térmica, biogás y biomasa, así como calor residual industrial. El corazón de la instalación es un gigantesco depósito de agua que almacena el calor y es capaz de entregarlo en función de la demanda.
Abierto al público por primera vez, el búnker energético acoge además a los visitantes con una cafetería y zonas de exposición a 32 metros de altura, que ofrecen una vista panorámica de la ciudad.
Las soluciones de iluminación ERCO otorgan un impactante efecto de profundidad a los interiores austeros, con el enorme depósito de agua que sirve como acumulador de calor.
La fachada de hormigón, iluminada con luz de color blanco neutro, resulta especialmente expresiva en la oscuridad.
A su vez, la utilización del bañador Grasshopper aporta un efecto lejano óptimo que, en virtud de la discreta distribución luminosa, respeta con sensibilidad el legado histórico del memorial bélico. Y es que la iluminación no escenifica el edificio como obra de arte, sino que enfatiza su significado actual para el barrio de Wilhelmsburg.
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