Si nos pidieran dibujar una lámpara de araña muy probablemente nuestro imaginario nos transpotaría hasta aquellos recargados salones palaciegos del siglo XIX. Hacia aquellas grandes y delicadas estructuras de cristal que iluminaban cuadros, tapices y valiosos objetos de colección. Pero ¿qué sucedería si ese mismo ejercicio de rediseño corriera a cargo de los hermanos Bouroullec?
Imagen: Studio Bouroullec
Y es que, de todas las propuestas de iluminación y mobiliario desarrolladas por los hermanos Bouroullec para el nuevo museo de la Bourse de Commerce de París, queremos hacer especial hincapié en la iluminación de sus escaleras principales. Para estos espacios, los diseñadores han creado una pieza única, una espectacular luminaria ad-hoc desarrollada junto con FlosBespoke, la división de Flos especializada en el desarrollo y producción de soluciones de iluminación personalizadas.
Imagen: Studio Bouroullec
La lámpara recorre los 17 metros de altura del histórico núcleo de comunicación y se divide en cinco líneas de luz vertical formadas por difusores tubulares de vidrio soplado. Estos difusores están protegidos por una fina estructura de aluminio atan y rigidizan la estructura alcanzando los 420 kg de peso, 84 kg por cada línea vertical. A nivel lumínico cuenta con una temperatura de color de 2700K y una potencia total de 252W.
Imagen: Tommaso Sartori, cedida por FLOS
La luz marca la monumentalidad del espacio existente entre el techo y la planta baja, «Para estas enormes lámparas de araña», aclaran Ronan y Erwan Bouroullec, «hemos elegido un procesamiento más preciso para el vidrio que el de la Luz Horizontal. El aluminio que utilizamos también es más delicado y más fino, el vidrio ha sido soplado con mucho cuidado en los moldes y está protegido por la rejilla metálica para un efecto de cáscara».
Imagen: Tommaso Sartori, cedida por FLOS
La capacidad de moverse alrededor de las lámparas de araña permite al visitante disfrutar de sus cualidades desde distintos puntos de vista. «Observada desde abajo, la instalación es delicada, casi transparente y etérea. A medida que subes, su presencia física decisiva se afirma progresivamente», explican.
Imagen: Tommaso Sartori, cedida por FLOS
Ronan Bouroullec y Erwan Bouroullec: diseñadores franceses nacidos en Quimper (Bretaña) en 1971 y 1976 respectivamente. Desde 1999 han trabajado juntos en el diseño industrial y artesanal. Producción en cadena, investigación o espacio público, sus creaciones abarcan múltiples campos de expresión que han ido adentrándose gradualmente en nuestra vida cotidiana.
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